INICIANDO COSECHA DE OLIVAS 2014 EN CHILE (HEMISFERIO SUR)

Como nuestro país en una franja angosta y larga de terrenos cultivables y con el bien definido clima mediterráneo, la cosecha de las olivas puede haber comenzado hace ya varias semanas sin ningún problema en la zona de Copiapó (clima soleado que permite reunir los días grados suficientes para la madurez), para luego dar paso a los olivos de Ovalle (interior), donde no existen problemas salvo el acumular un nivel de aceite en la pulpa que permita rentabilizar el negocio que ahí se cultiva y así continuar hacia el sur, zigzagueando entre la costa, los valles interiores y la precordillera. 
No obstante lo anterior, dado que las cicatrices y secuelas de temporadas pasadas han marcado con aceites defectuosos  la historia de algunas zonas olivícolas, una gran cantidad de productores tomaron la decisión de adelantar sus cosechas a fin de evitar perder la producción de la temporada a manos del frío (las famosas heladas).
La cosecha se ha iniciado en algunos huertos en la zona centro-sur en el primer tercio del otoño, con rendimientos que no superan el 8% de rendimiento industrial, donde las proyecciones máximas no superan el 17%, para mantener la calidad esperada. 
La condición anterior llama la atención de quienes hoy por hoy tienen el dominio del negocio del aceite en términos de volumen, mientras que hace sentido a quienes aspiran a la máxima calidad sin escatimar en costos.
Quisiera transmitir la siguiente inquietud: Hoy por hoy el negocio del aceite se ha visto modificado de su idea original, de más de 10 años, que casi de forma dogmática sólo proyectaba la producción de aceite virgen extra (que de acuerdo a estudios preliminares podía hacerse en toda la zona central del país), donde el fruto y el proceso se respetaba de acuerdo a los más exigentes cánones de calidad (era impensado ver fruta pisada-golpeada o dejada más de 3 días sin procesar), para pasar a un negocio de volumen y commodities, además de la opción de vender calidades inferiores como vírgenes o lampantes (todo ello certificado a nivel de laboratorios fisico-químicos y no sensoriales), e incluso, según lo planteó el Cepedeq de la Universidad de Chile y Canal 13, envasar aceites de calidad inferior como de alta calidad (engaño a un consumidor no-educado), todo lo anterior, resultado de una acelerada madurez del negocio, producto de las condiciones ambientales (heladas y sequías) y sobretodo por el mercado que supuestamente todo lo regula. Tal vez la madurez es sólo falsa madurez, producto del estres, el mismo que tiene efecto sobre las olivas y que las hacen ver pigmentadas sin una gota de aceite en su pulpa...
Aire fresco proporcionado por quienes a pesar de estas nuevas formas de hacer aceite, son los que comienzan a entregar pequeños y medianos productores que conservar y renuevan los votos de castidad de un aceite extra virgen ultra premium...

¿Donde va el negocio del aceite de oliva en Chile?
 
 

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